¿Qué son las pruebas de esfuerzo?

Cada día estamos más concienciados con nuestra salud y en los últimos años parece que la práctica de algún ejercicio físico se ha ido incorporando a la rutina de más y más personas. Éste es un gran hábito, no sólo para tener un buen aspecto, sino para estar más saludables. Ya sabemos que una buena nutrición junto con la práctica deportiva nos proporciona bienestar y felicidad.

Si ya practicas algún deporte o estás empezando en ello, es interesante que sepas que si expones a tu cuerpo a grandes esfuerzos deberías realizarte las famosas PRUEBAS DE ESFUERZO. ¿Y eso, qué es?

¿Qué son las pruebas de esfuerzo?

Son un procedimiento no invasivo que proporciona información de carácter diagnóstico sobre el funcionamiento cardiopulmonar y evalúa la capacidad individual para realizar ejercicio dinámico. una serie de pruebas en las que el médico especialista expondrá tu cuerpo a niveles muy altos de esfuerzo aeróbico y muscular.

¿Para qué sirven?

El objetivo principal de las pruebas de esfuerzo es determinar si existe alguna cardiopatía oculta que limite o contraindique la práctica de ejercicio. ¡De ahí su gran importancia!

Principalmente sirven para saber:

1. Si existen arritmias: Las arritmias se presentan cuando nuestro ritmo cardíaco no funciona correctamente. Si tu corazón late muy lento, muy rápido o de manera irregular.


2. Si existen enfermedades coronarias: Se dan cuando las arterias coronarias se obstruyen o no funcionan como es debido. Estas son las arterias encargadas de suministrar sangre, oxígeno y nutrientes a nuestro corazón. Por eso es tan importante que estén en perfecto estado.


3. Obtener datos de utilidad para mejorar el rendimiento físico.


4. Para realizar un correcto diagnóstico, pronóstico y valoración de patologías directamente ligadas al esfuerzo (por ejemplo, asma inducida por el ejercicio).

Ya hemos dicho que son una serie de pruebas no invasivas, así que no debes preocuparte. Para poder realizarlas de la mejor forma posible, se deben seguir una serie de recomendaciones, que ayudarán a que el procedimiento se realice en óptimas condiciones. Además, su no cumplimiento podría influir en el resultado:

1. No comer ni tomar cafeína en las 3 horas previas a la realización de las pruebas.


2. No realizarse tras un ayuno prolongado.


3. Si se es fumador, no fumar en las 3 horas previas.


4. No realizar ejercicio físico durante, al menos, 12 horas antes.


5. Llevar ropa y calzado deportivo.


6. Previo a la prueba, realizar un breve análisis personal y familiar, así como una exploración física con el fin de determinar algún tipo de contraindicación.

Ahora ya conocéis un poco más qué es y para qué sirven las pruebas de esfuerzo. Recordad que siempre deben ser realizadas por médicos especialistas en instalaciones especialmente diseñadas para ello.