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A pesar de que el confinamiento no ha impedido a muchos mantenerse en forma, quienes han comenzado ya a hacer deporte fuera de casa deben tener en cuenta que el reinicio de la actividad física debe ser igualmente gradual.
El ansia por recuperar la forma física perdida no nos tiente a acortar los plazos y el grave riesgo de sufrir, como consecuencia, lesiones que puedan acarrear un nuevo periodo de inactividad, quizá todavía más largo.
Os contamos por qué la vuelta al deporte tiene que ser controlado, programado y progresivo.
A fin de no encontrarse con sorpresas desagradables, los expertos recomiendan reanudar la rutina deportiva sin pretender establecerse en el mismo punto de forma que se había alcanzado antes de que entrara en vigor el estado de alarma.
La clave es el sentido común: ya habrá tiempo de recuperar nuestra forma física, no debemos obsesionarnos con obtener resultados inmediatos. Lo mejor es escuchar a nuestro organismo, haciendo una transición gradual en los ejercicios físicos, de forma que no se sobrecarguen músculos ni articulaciones.
La información que nos transmite nuestro cuerpo es clave para saber qué hacer en cada momento. Y es que, si aparecen dolores o molestias, es un aviso de que debemos parar, recuperar y replantear qué y cómo debemos entrenar de nuevo.
Un aumento progresivo de la intensidad, evitará impactos excesivos reduciendo de esta forma el riesgo de padecer lesiones.
No tengas prisa en volver a recuperar la forma y date tiempo para volver a tu carga de entrenamiento habitual. A la hora de afrontar las sesiones de entrenamiento, ten en cuenta los componentes de la carga de entrenamiento: volumen, intensidad y frecuencia.
La vuelta gradual será adaptada a la edad, condición física y estado de salud del deportista. Así, el éxito de la recuperación de tus ritmos habituales dependerá de la progresión con la que vuelvas a tus entrenamientos.
(Si hay factores de riesgo cardiovasculares, enfermedades crónicas o lesiones, es adecuado consultar con un profesional médico antes de retomar la actividad)
No te fijes o compares con lo que hacen tus compañeros o entorno, fíate más de tus propias sensaciones. Para la reincorporación a la actividad física, no debes basarte en lo que hace otra persona, ya que cada plan de entrenamiento debe estar adaptado a tus objetivos y características propias.
Ponte nuevos objetivos a corto, medio y largo plazo, que sean realistas. Busca el lado positivo del confinamiento: te has sabido adaptar y ahora toca volver a disfrutar de una vida activa dentro de las posibilidades.
Aumenta la hidratación a lo largo del día y ten en cuenta sobretodo la alimentación tras el ejercicio para una mejor recuperación (aporte equilibrado de carbohidratos y proteínas) además de una correcta rehidratación (en verano aún debemos tener más en cuenta este aspecto).
El trabajo de fuerza es la base para evitar lesiones por sobreuso. Los músculos y tendones han perdido tono y seguro que no están preparados para un uso importante y fatigante desde el primer día. De esta forma, trabaja la fuerza de la forma en que hemos comentado anteriormente: con progresividad.
Realiza un buen calentamiento previo al inicio de la actividad física, es un error comenzar directamente con la actividad que vas a realizar. Nuestra recomendación es practicar una activación general, seguida de una activación específica para la actividad a realizar posteriormente.
Y recordad: si se perciben síntomas de alarma (como ahogo, dolor en el pecho, mareo, pérdida de conocimiento, sensación de palpitaciones, dolores articulares o musculares), es necesario interrumpir la práctica del ejercicio y consultar con personal sanitario de forma inmediata.
Deberemos respetar en todo momento las indicaciones de las autoridades sobre las medidas necesarias que se deben cumplir al hacer ejercicio al aire libre. Son fundamentales las distancias de seguridad, lavarse bien las manos antes y después de empezar el ejercicio, no tocarse la cara, etc. ¡Siempre precaución!
El confinamiento ha cambiado nuestras vidas. Nos adentramos en una nueva normalidad que, pese a no ser como quizás deseamos muchos, debemos aceptar para poder adaptarnos a esta nueva realidad y conseguir disfrutar de lo mejor de ella.
Respecto al ámbito de la salud y el deporte, sabemos que cada persona tiene unas características que hacen que haya que adaptar sus entrenamientos de manera personalizada. De esta forma, creemos esencial contar con la ayuda de profesionales que nos guíen en el camino de recuperar nuestra forma física o trabajar aquella que deseamos.
Ya dijimos en el anterior post que de las personas el deporte es una herramienta valiosa para mantener la calidad de vida. ¿Por qué no contar con ella para cuidar de nuestro bienestar?
